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Charlie Musselwhite

Charlie Musselwhite

Country Blues

https://www.charliemusselwhite.com
 
Charlie Musselwhite es uno de los mejores armonicistas de blues de los sesenta en adelante. Si bien nació en Mississippi en 1944, recién desarrolló su propio estilo cuando se mudó a Chicago, al punto de convertirse en un referente de la clásica escuela de blues de Chicago. Su álbum debut de 1967, Stand Back, fue recibido con entusiasmo tanto por los aficionados al blues como por la entonces floreciente comunidad hippie. Musselwhite continuó tocando y grabando hasta bien entrado el nuevo milenio, progresivamente incorporando a su sonido elementos del jazz y la música étnica. Durante su extensa trayectoria ha publicado una veintena de discos, recibido todo tipo de distinciones premios, y colaborado con numerosos artistas. Su segundo álbum con Ben Harper, No Mercy in This Land, apareció en 2018.
 
Charlie Musselwhite es un hombre que nació por y para el blues. A pesar de los años que lleva en el negocio, sigue apasionándose por su trabajo, como si el blues fuera para él un descubrimiento reciente. Charlie ama los blues con fervor y desespero y su vida es eso, puro y cálido blues. 
En este nuevo y último proyecto, Charlie Musselwhitenos deja trece perlas que no tienen desperdicio alguno, firmadas todas por él mismo.
No sé si ha vuelto a usar micrófonos Astatic, Green Bullet o similares, pero el sonido amplificado que consigue es fantástico, abrumador y, por si fuera poco, está sublime en su fraseo y exposición sonora, tanto como hace tiempo no le escuchaba.
Piano BOOGIE-WOOGIE de la vieja escuela y tradición es lo que encontrareis en este concierto del pianista alemán Christian Rannenberg quien lleva más de cuarenta años en el negocio de la música y cuyas artimañas con las 88 (teclas) describen con todo su rigor la razón por la que el BOOGIE-WOOGIE y Blues al piano son crudos y descarnados cuando están interpretados desde lo más profundo del alma. Nos transporta a aquellos clubs de Chicago de los años cuarenta, cincuenta y sesenta en los que un hombre al piano conseguía crear una atmósfera tan sugerente, en ocasiones en solitario y otras veces respaldado por un par o tres de músicos, pero donde el feeling, la emoción y la pasión estaban siempre presentes y contagiaban a todo el público.Piano BOOGIE-WOOGIE de la vieja escuela y tradición es lo que encontrareis en este concierto del pianista alemán Christian Rannenberg quien lleva más de cuarenta años en el negocio de la música y cuyas artimañas con las 88 (teclas) describen con todo su rigor la razón por la que el BOOGIE-WOOGIE y Blues al piano son crudos y descarnados cuando están interpretados desde lo más profundo del alma.
 
Nos transporta a aquellos clubs de Chicago de los años cuarenta, cincuenta y sesenta en los que un hombre al piano conseguía crear una atmósfera tan sugerente, en ocasiones en solitario y otras veces respaldado por un par o tres de músicos, pero donde el feeling, la emoción y la pasión estaban siempre presentes y contagíaban a todo el público
Piano BOOGIE-WOOGIE de la vieja escuela y tradición es lo que encontrareis en este concierto del pianista alemán Christian Rannenberg quien lleva más de cuarenta años en el negocio de la música y cuyas artimañas con las 88 (teclas) describen con todo su rigor la razón por la que el BOOGIE-WOOGIE y Blues al piano son crudos y descarnados cuando están interpretados desde lo más profundo del alma.
 
Nos transporta a aquellos clubs de Chicago de los años cuarenta, cincuenta y sesenta en los que un hombre al piano conseguía crear una atmósfera tan sugerente, en ocasiones en solitario y otras veces respaldado por un par o tres de músicos, pero donde el feeling, la emoción y la pasión estaban siempre presentes y contagíaban a todo el público.
Piano BOOGIE-WOOGIE de la vieja escuela y tradición es lo que encontrareis en este concierto del pianista alemán Christian Rannenberg quien lleva más de cuarenta años en el negocio de la música y cuyas artimañas con las 88 (teclas) describen con todo su rigor la razón por la que el BOOGIE-WOOGIE y Blues al piano son crudos y descarnados cuando están interpretados desde lo más profundo del alma.
 
Nos transporta a aquellos clubs de Chicago de los años cuarenta, cincuenta y sesenta en los que un hombre al piano conseguía crear una atmósfera tan sugerente, en ocasiones en solitario y otras veces respaldado por un par o tres de músicos, pero donde el feeling, la emoción y la pasión estaban siempre presentes y contagíaban a todo el público.